El río Támesis, que atraviesa una gran ciudad, es ahora uno de los más limpios del mundo. Hace unos 60 años, nada podía vivir en él, y los científicos llegaron a decir que estaba "biológicamente muerto". Pero gracias a las mejoras introducidas en el sistema de alcantarillado de Londres a finales de la década de 1960, hoy está mucho más limpio, aunque los residuos plásticos siguen siendo un gran problema.